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Covid: Gastronómicos en alerta por falta de personal

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Gastronómicos se encuentran en estado de alerta debido al aumento exponencial de contagios entre su personal. Durante los últimos días se registraron cierre de locales y restricciones en los horarios de atención como consecuencia por la propagación del coronavirus, la cual afecto al veinticinco por ciento del personal.

Frente al avance de la variante Ómicron y la cifra récords de contagios, la gastronomía padece los coletazos de la tercera ola de covid-19. Los comerciantes alertan que, de prolongarse el aumento de casos positivos, se paralizaría la deseada reactivación del sector.

La gastronomía fue uno de los rubros más lastimados por la emergencia sanitaria, muchos se ilusionaron con sacarle el jugo a la temporada 2022, después de la flexibilización de las restricciones que había implementado el Estado Argentino. Pero en pleno auge, restaurantes y bares se ven obligados a disminuir los horarios de atención, restringir la capacidad en sus salones y algunos hasta cerrar sus puertas debido a la ausencia del personal, quienes se encuentran aislados por ser positivos o contactos estrechos de personas que padecen coronavirus.

El veinticinco por ciento de los empleados que alberga el rubro se encuentra fuera de actividad, conforme datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), que, mediante sus filiales en todo el país, aglutina a más de cincuenta mil establecimientos.

Los centros turísticos son las plazas más damnificadas, principalmente la Costa Atlántica y Mar del Plata. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires granes cadenas gastronómicas debieron tomar decisiones al respecto. Café Martínez se encuentra operando con un dieciséis por ciento menos de su dotación. Alcanzó a tener un veinticinco por ciento inactivo. La disminución implica alrededor de cuarenta empleados. La semana anterior, dos de sus locales funcionaron a medio turno: el de Talcahuano novecientos cuarenta y ocho y el de Avenida de Mayo y Chacabuco.

«El panorama es desparejo y dinámico, cambia hora a hora. Trabajamos como podemos. Tenemos problemas con los proveedores logísticos. El Gobierno tiene que habilitar que los comercios podamos hacer los testeos. Necesitamos kits gratuitos para hacer las pruebas nosotros», explicó a la prensa local Marcelo Salas, socio gerente de la empresa de café.

Desde una de las populares cadenas de comida rápida, aseguran que están al borde de cerrar locales transitoriamente, por un veinte por ciento menos de plantel operativo. «Estamos muy apretados, tratando de sostener el horario de atención. Desde el punto de vista económico, también es un problema, ya que debemos pagar la ausencia laboral de los casos positivos y de los contactos estrechos, y las horas extras de quienes los están cubriendo», refieren.

«El escenario es complicado, entre la menor cantidad de turnos y los extras para compensar las bajas. Tuvimos que cerrar Lado V y el centro de producción momentáneamente. Sans tiene cerrados el primer piso y la terraza. Achicamos las cartas porque no tenemos otra opción. Cada día es peor», expresó a los medios Santiago Olivera, empresario gastronómico y propietario de Lado V y Sans ubicados en el barrio porteño de Palermo.

Conforme Grupo Gestión, se triplicó la búsqueda de staff temporal. A pesar de esta situación, cubrir los faltantes que surgen abruptamente es una situación delicada. «No es fácil encontrar reemplazos rápidamente. Se dificulta contratar empleados de forma temporal porque el mercado laboral está reducido por la cantidad de gente contagiada. Además, hay puestos que son más sensibles que otros. No es lo mismo si se enferma un cocinero que un bachero», dijo Gustavo Fernández Capiet, secretario de la entidad Fehgra.

Asimismo, resaltó la diferencia entre la actualidad y el momento más crítico de la cuarentena. «Estamos lejos de esa situación. El problema es la mochila de la deuda que arrastramos. Un empresario me comentó que por el cierre de su local perdió $ 400.000 por día. El interrogante es si esta situación se sostendrá o empezará a ceder. Es incierto cuándo se normalizará», finalizó Fernández Capiet.